Flor de Trinchera por Ismael Araya Díaz


Los cortes a un mármol son precisos.
Niños creen descubrir la sal.
Y no saben cómo la serpiente se les mete en la pólvora.
¡Gritos!

¿Donde está la fortaleza del oficio?
Como un buen trabajador del fuego.
¿Cuál es el afán de cantar sin vivir?
Acaso dentro de sus líneas involucrarán los pasos

¡No quiero restar señores! No.
No se trata de eso.
No sea leso mijo, mire que el rayo dejó leña en su camino.

La lucha no va contra los cabros
El puño en alto se atrinchera solo
No en el recuerdo porque no hay perdón

Presente somos hijos del Cadena
Y nos liberamos en palabra, y cumplimos.
No hemos visto jamás una cosecha gloriosa bajar del cielo.
Pensamos en la luna que se enrojece
como la espiga y la ortiga

Hormigas

Y no somos más que eso compare.
Una grieta en el camino de los ingenieros
Una flor extraída hacia el veneno.

Panimávida de Olvido por Lito A. Ulloa


Mi pueblo es una estación en perpetuo invierno,
relámpagos de cenizas cubren los techos
mientras lloran los caminos lágrimas de sombras.
Mi pueblo hacían años me acogía siendo niño,
me daba de beber amargos silencios de hojas destruídas
el viento entonces descendía por mis venas.
Por sus pastizales brotaba el grito de aguas cristalinas
me extraviaba en un bosque tupido y sin regreso,
era alegría en mis queridos y la noche era siniestra
surcaban aves agoreras que trinaban al ocaso su lamento,
eran felices también los adobes.
Del trabajo venían mis antiguos y junto a ellos la miseria,
cabisbajos observan hoy un báculo marchito.
Caba surcos fieros la mano del olvido!
Ahora mi pueblo es un pedazo de amor arrodillado
en medio de la bruma que anda por ahí buscando muertos!


Lito A. Ulloa

DESASTRE EN EL HORMIGUERO por Ismael Araya Díaz


La artesanía de los soles es torcida a cada paso seguro de los dedos,
una letra en el teclado aparece tras la caja luminosa que se acerca y se aleja
como abejas al matico en flor,
amarilla circulante, el puente.
La brisa del zumbido hace sismos plateados en cada rama…
Hormigas
caen.
La Reina vuela
hacia la ciruela germinada en pequeño brote de ciruelo azucarado.

Clavo
a clavo
conspiro esta isla.
Ladrillo
a cemento
la tuerzo a la masa:
Choclo sin dientes del niño amanecido bajo el quiltro.

Y la Mujer
tiñendo el cielo a sus cabellos,
sus ojos de circense,
las manos clásicas,
óleo realista ha de ser cuerpo.
Vuelo en el suelo.

El canto del ave surge en mis alas de cápsula eléctrica.

Esos grandes mirones de la mapu rompen los surcos medialuna
crean y creen
“El individualismo clásico o novísimo no eleva señores”

El barco construido por el pájaro soñante:
Remos dispuestos a ser el filo furioso de las plumas,
la compañera de los versos,
el amigo de salud,
los cantos muertos del viajante,
la sonrisa de un malón,

¡Resistir al templo y al teniente,
Terrícolas serpientes,
Despierten al veneno ruiseñor!

El Queltehue vuelca el canto hacia la sal.
Ngnemapu.
Un plato de agua derramado al hormiguero.

My Generation por Miguel Ángel Herrera


Si se entiende a una generación como la suma de experiencias compartidas de un grupo de personas que compartió nacimiento en fechas próximas, este es el relato de mi generación.

Una generación que nació en el decantamiento de una dictadura estúpida creada por la intolerancia de las fracciones reaccionarias de mi país. Una generación que nació a principios de los 80, esa década perdida donde nadie sabía lo que podía hacer sin ser asesinado, tomado preso, enjuiciado socialmente o catalogado como algo extraño y por ende malo. Mi generación creció con canciones de protesta, con discursos políticos clandestinos, con el apagón no solo de nuestras ampolletas sino también de nuestras conciencias. Mi generación debe haber sido una de las últimas que creció jugando al tombo, al alto o al pillarse. Conoció algo de lo que ahora llaman violencia intrafamiliar pero jamás con los atisbos asesinos con los que hoy nos encontramos.

Mi generación nace de la angustia de no sentirse ni ser libres. Esta acorralada en el sueño de lo propio y del desarrollo personal y social. Mi generación creció en barrios y poblaciones que sus antepasados llamaban comprometidas. Somos un grupo de personas que creyó en muchas cosas y que en su ingenuidad pensó que podía cambiar algo.

Mi generación escribió en cuadernos dados por la junaeb y tomo desayuno en los galpones de los colegios con letra y numero. Mi generación hizo explotar los colegios con peos alemanes y sin saber si quiera lo que era, se rebeló contra todo. No hizo política ni se creyó las letras de Quilapayún o Inti Illimani, pero sabía que había que odiar algo. Un algo que no sabíamos que era.

Mi generación comenzó a jugar con drogas desde su adolescencia, no por “monos” como decían los vejetes, sino por curiosidad. Por probar aquello que volvía felices a nuestros padres. Felices a esos seres que no podían vivir de noche porque alguien se los prohibía. Felices a esos seres esforzados que se comieron completo el plato de la modernidad.

Mi generación se desato con el metal, con el hip hop, y con la antigua canción comprometida. Atrás estaban esos “locos rayados” que bailaban de manera estúpida meneando sus pelos escarmenados y sus pantalones amasados. Porque mi generación no quería bailar al son de la música de los jóvenes de los 80. Jamás creímos en esa voz que cantaban los prisioneros. Mi generación era más punk y se creía fiskales ad-hok. Mi generación rompía letreros, quemaba basureros y respetaba a las abuelitas al pasar. Pedíamos dinero en las esquinas y nos cobijábamos bajo árboles de plaza. Comprábamos alcohol en las botillerías disfrazados de civiles y un porcentaje importante de las veces no nos creían.

A mi generación le trataron de meter algo que llamaban grunge y lo único que terminó haciendo fue crunch, así tal cual, como se rompe un vidrio o una pared al ser golpeadas. Y eso solo porque nos golpearon silenciosamente, porque nuestros padres embebidos de un sueño indecoroso nos traspasaron las frustraciones de su batalla perdida. Nos traspasaron los muertos de una sociedad intolerante e injusta. Nos pasaron en el ADN eso que llaman rebeldía y que nosotros la entendimos a nuestra manera. Una rebeldía mezclada con angustia. La misma que comenzaba a hacer su aparición en los barrios y poblaciones y que se consumía en codo de cobre.

Mi generación creció con el malestar de un pasado ignominioso que no pudo lograr sus sueños de poder popular. Y así nuestra rebeldía se tiñó de esa decepción. Y hoy muchos siguen creyendo, pero sin negar jamás que perdimos, que seguimos siendo los mismos que fueron nuestros padres y en algunos casos nuestros abuelos. Hoy, mi generación se emborracha por las noches y hace su trabajo como mejor puede, entendiendo que a fin de mes la mayor parte se la lleva el jefe.

Mi generación esta viva y es muy joven aun para dar respuesta a tantas cosas malas que vemos por todos lados. Pero sin lugar a dudas tiene esperanza. Una esperanza enraízada en algo que desconoce, definitivamente una esperanza que desconoce porque sabe que aunque sigamos creyendo que podemos cambiar las cosas, las cosas siempre seguirán ahí, solo para molestarnos y perder la fe.

Mi generación no fue hippie, ni beat, ni mod, ni mucho menos políticos o actores de la sociedad destacados. Mi generación fuma porro, toma lo que se le cruza, tiene un doble discurso con su fidelidad y conversa inacabadamente las mismas historias de hace tantos años. Mi generación se encuentra en un circulo que no logra romper y todo esto porque la generación anterior perdió su sentido, y lo perdió a balazos.

Con el consentimiento de la historia... por Ayelén


Con el consentimiento de la historia
se une la rudeza y la ternura
deseándose como el papel a la tinta
en un sentido como el sol tratando
de pillar a la luna para parir
una estrella inquietante de versos.

Pero la distancia orbital desaparece
con el suspiro hervido de mis pulmones
que bombardean rebeldía y predilección
para un nuevo acompañante...
para un nuevo y esperanzado día.

Y entonces grítame con fuerza
y abundancia para salvarte cuando estés
viviéndome y luego susurrarte cuando
corra con mis pies encarcelados a tus
vocales de luna llena.
A los cristales irrompibles de tus ojos
enajenados de amor.

Revélame la revolución con tus manos
porque con las mías pasaré la sierra
entre mi vientre a intensas cosquillas
de vida eterna mientras que al ritmo
de mi y tu calor voy paisajiando la
tangibilidad de nuestras entrañas
más profundas de lo ordinario.

Libérame ahora de lo que podría
quitarme la libertad en algún mañana
e imaginemos juntos cosas inimaginables,
como oler el runrún de la guitarra
color rosa, rojo, sangre, lucha, batalla,
conquista de pueblo.

Seremos la revolución de los versos,
del párrafo desparrafado,
del arado que deja surcos en nuestros
cuerpos entre millonésimas de
letras y construiremos juntos monos
de letrillas como fríos monos de nieve
para jugar a ser niños y luego entibiarnos
entre los consonantes de la lucha y la dicha.

Décimas de ocasión Por Javiera Miren




La tiembla que nos embiste
no baila por casualidad,
más bien es por la maldad
que a rato está que nos viste.
Como si fuera un mal chiste,
tres temblores pa' la fiera
justo antes de que asumiera,
sabia es la naturaleza,
nos pega porque no es lesa
¡pa' que no asuma Piñera!

No hay mal que por bien no venga
ya antes el terremoto,
de regalo flor de loto
es Chile que nos arenga.
No hay plata que lo detenga
porque el país tiene susto
la tierra con sus arbustos
las plantas, las flores pían
por nuestra la suerte impía
de que mande este vetusto.

Porque el mar es poderoso
contra la razón que voraz
nunca pudo, menos podrá
contra el agua y sus destrozos.
El caos está furioso,
son las venas inmortales
que bailan como animales
al son de todos los lomos
fiel recuerdo de que somos
simples y viles mortales.

Un Canon para Volar... Bestiario n°1 Aves



"El pájaro del bosque,
descubridor del trino,
poeta de la estrella,
pulidor del safir,
joyero de las aguas,
dueño del infinito,
edificaba el cielo
con varillas de vidrio"
Oscar Castro (1910-1947)

"Canción para los pájaros" Los Jaivas, Canción del Sur, 1977.


PARA QUE NO TODO SEA CONDOR Y HUEMUL
Existen de cordillera ciudades y pueblos, de ríos y lagunas, de desiertos y solares, de bosquesy campos de cultivo, mar y litoral.
También las hay oníricas y e una basta mitología.

QUELTEHUE(en el centro)TREGLE (en el sur)
Identificación: Ave blanca y negra detamaño mediano, de patas largas, que vive en praderas y potreros, también en parques suburbanos. Vela emitiendo gritos repetidos.

"Voló el Queltehue centellando
venía de blanca y nieve negra
y abrió su traje a plena luz,
a plena platamatutina."

P. Neruda

"En el duelo de tu amor cuelgo de un árbol la guitarra,
pero el viento la recobra como un ave para sí,
en el rio los queltehues atraviesan las campanas,
en el campo hay una estrella que parece un querubín."

M. García


GOLONDRINA Tachycineta meyeni
Identificación: Pájaro pequeño azul por encima, blanco por debajo, con vuelo rápido y en zig-zag.

"Ya no la qiere el aire
ni la luz,todavía
brillante pero fría
¡Ni una esperanza que dirija el vuelo!
Inútil tierra, inútil
aire por conocer ¡inútil cielo!"

J. Guzmán Cruchaga

"Todo está en su lugar: las golondrinas
en la torre más alta de la iglesia,
el caracol en el jardín. Y el musgo
en las húmedas manos de las piedras."

N. Parra


YECO Phalacrocorax brasilianus
Identificación: ave enteramente negra, al volar sólo sobresale su cabeza y largo cuello. Se para sobre las rocas estirando sus alas para secarse.

2Del litoral emerge el Yeco
cruzando lagunas y alado en embalse"

El Observador

Recomendamos:
-Cuento "El Tren" Santiago Dabove http://www.lamaquinadeltiempo.com/prosas/dabove01.htm

DECRETOS Y TELÚRICOS JONATHAN & LITO (Volá...)

Cine for the People

Sitio web oficial del Estreno de "Míchel"

Cortometrajes Independientes - Estrenos de Medianoche
http://cineforthepeople.blogspot.com

Cuento del No Río por Ismael Araya Díaz



En el sin ruido de mis manos mutiladas
me ato en la guitarra desgarrada de la aurora
Canto de un guijarro renacido,
recogido grillo de arrebol,
tradición minúscula de antaño

Un río alguna vez nació en el mar y murió en pequeña beta
“de señora muy blanca”,
retrocedió en su oscuridad de ciego sin memoria,
se bañó mil veces en su propio cauce
pues jamás cambió
―fue Cronos su peor alimento
pero no fue otro―

Aún no cicatrizaba la sangre de sus manos caídas en el agua
cuando evaporóse todo
Una nube ocultaba las seis cuerdas
y los ecos de formas videntes mutilaban en espejos,
la boca ensangrentada en su alimento se ocultó
sin embargo fue una lágrima
y cadena
Atado de pies comió sus labios

Ruiseñor hay un techo sobre tus alas
si no cierras los ojos ¿a qué volar?
Del manto gris chorreó un hilo rojo
el sueño escojo sobre la mirada

La princesa rana se comió al guijarro,
el grillo abrió su pecho y acabó tumbado entre espinas
Colorín coronado
en la historia hay más clavados

Fotografía de Jorge Teillier en "Los Dominios Perdidos" por Susana Sánchez


Estás más viejo en la foto, poeta.
Tu mirada fija
es una ventana
con marcos de madera.
Deberías estar en mi casa
con el vino y la leña cobijándote.
pero tu mirada es el reflejo
de tu camisa de luto
y las arrugas de tu frente
ensueños que se hicieron nada,
donde no brotan rosas;
sólo veranos de nostalgia
en tu boca entreaierta.

¿Quieres decirme algo?
con ese afán de chaqueta descolorida,
el cuello extenuado
y dibujando las canas
en el único poema
que no alcansaste a a escribir?

Susana Sánchez.

Imagen por Lito Ulloa


Ella tiene la sonrisa duradera,
no hay Margaritas que la adornan,
Ella no aparece repentina,
pero se escucha en el silencio de la noche
y su voz se pierde junto al fuego ; sumida en la nostalgia
se desdibuja junto a la llovizna.

***"MÍCHEL", ESTRENO POR INTERNET***


La Productora Chilena de Cine Independiente ZONAGLOFILMS, exhibirá gratuitamente su más querida y reciente producción: "Míchel", cortometraje de terror psicológico escrito y dirigido por Matías Sánchez y protagonizado por Bruno Moya, Alejandra Escobar e Ismael Araya.
"Míchel" formó parte de la competencia de Cortometraje Regional del Festival de Cine de Lebu (enero 2010) y se exhibió en febrero en La Boca del Lobo en Madrid, España. A partir del jueves 11 de marzo tendrás la posibilidad de verlo gratis a través de la página http://www.zonaglofilms.blogspot.com

ZONAGLOFILMS entiende Internet como un medio alternativo de difusión cinematográfica
y artística en general y pone a "Míchel" a disposición de los interesados para su libre visualización y posterior comentario.

¿Cómo una apacible mañana en la playa puede convertirse en una pesadilla?"

ESTRENO POR INTERNET "MÍCHEL" DIR: MATÍAS SÁNCHEZ CHILE/2010/MiniDV
A continuación les djo el trailer

Ver más en: http://zonaglofilms.blogspot.com/

De agua y sombra. por Lito Ulloa


Preferiría posar mis ojos en el temporal
y ondular los sentidos hacia el oleaje que el lago
azota hacia la orilla
y escuchar el trinar de la bandurria estrellarse
entre las húmedas nubes de Cucao.
Preferiría destrozar el rojo madero
que el bosque entrega
en los crepitares de la oscura noche
y saborear un mate entumecido,
que tras el diálogo trae las esperanzas de mejores días.
Prefiero tocar con mi mano
la piedra corroída por la furia del océano
y enterrar mis sueños
en la opaca maraña desbordada de mitos y leyendas
y abrazar a Mirta y relatar la vida con Tenorio.
Un espeso aire ha dejado el temporal,
que en el fruto de la rosa mosqueta se refleja cristalino,
mas bien preferiría el ruido del motor que viaja
en medio de la niebla
y verte nuevamente llegar desde la otra orilla
que depositó el puente
para que el tiempo y la distancia
no borre tu rostro y tus sonrisas
y así entender mejor el metálico mensaje
que la Cantaria lanza hacia la lluvia.


Lito Ulloa

discurso final

Chinoy de la “gente” por Javiera Miren


Todo se hace canto en mis huesos, todo se hace canto en mis huesos
De Rokha, Pablo. Los gemidos.

Veintidós de Febrero. Feria del libro de Quilpué.

La bomba no está oculta en la vida normal, la bomba se hace evidente en la persona artística, en su genio y figura. Esto podría ser un elogio, lástima que es todo lo contrario. La gente normal, la vida normal, ahí mismo, dejan de tener sentido. No había mucha gente, pero había. De lo que nada sé, sólo sé que le pedimos una canción, sólo una: “Cantar” y de cantar-la nada. Lo peor de todo es que nadie le pidió canciones, lo más sorprendente de todo, es que más que su voz y su guitarra lo que se quería de él eran sus manos, un saludo, un autógrafo. Si un músico prefiere darte la mano o escribir su nombre en un papel antes que cantar, entonces hay un problema. No sólo de elogios se hace el músico, sino de la vida que lo nutre y en Chinoy lo que vale no es el Mauricio Castillo, sino la poesía de calles que hay en sus venas, la que sale de sus huesos, de su sangre y la fuerza que surge como música de su guitarra. Lo que nos gusta de Chinoy claramente no es Chinoy mismo, sino su lamento. Y esa tarde en Quilpué no hallé en el frío el calor, sino en el calor el frío horrible de un artista que no quiere estar cantando, que prefiere saludar a 30 personas pa’ dejarlas contentas antes que dejarlas contentas con su canto. Sí, no cantó “Cantar”, y le robó un gemido a De Rokha pa callarlo, porque no era una necesidad vital para nosotros, pero ¿puede ser una canción realmente una necesidad, tiene que ser su música una necesidad? Porque en los huesos de Chile, al parecer, no todo se hace canto y nuestro país no mueve y mueve el esqueleto sino que primero corre que corre por el anillo. Carne y alma de gallina sí, carnes y almas de gallinas. Cantar no es una necesidad, una canción no le quita el hambre y el frío a nadie. Y si le hubiéramos dicho que sí, que una canción suya sí era una necesidad ¿entonces la hubiera cantado? Me niego a pensar que una canción es un pedazo de carne, un abrigo para los pies y prefiero quedarme sin canción, porque hay que creerse dios para pensar que una canción tuya va a mejorar a los enfermos o Cristo para creer que las vas a poder transformar en vino y en pan con la voz. No, yo no tenía hambre, sólo quería escuchar una canción, una canción que merecía ser cantada como un gemido y que se conformó con el silencio. De Rokha muerto tiene menos silencio que tú, Chinoy, menos silencio. Ojalá no se te olvide llorar lo pasado y lo no vivido, con el mismo llanto, pero también, con el mismo canto, con el mismo canto, con el mismo canto.


Como aún grita Víctor Jara
No abandonemos el canto
Aunque parezca quebranto
Y agua ruede por tu cara
No te olvides de la clara
luz que adornó tu guitarra
e hizo estallar las amarras
del tambor y del cerebro
de esa aguja que yo enebro
y se rompe con tus garras.

Porque la vida sin canción
Hace el sufrimiento estéril
de los hombres el más débil
movimiento de la estación.
Esta vía es una prisión
que arde en pena cantarla
entonces pa que callarla
Si en Chile todo es poema
la flor es nuestra diadema
tenís que puro gritarla.



Javiera Miren

La flor que aprendió a volar por El Mago Hippo

Fábula del Hormiguero por Ismael Araya Díaz


Una fila de hormigas desciende lentamente por mi ojo izquierdo
qué aguas más trabajadoras estas
escapan de mi alma
y se acumulan y se acumulan
en lo que queda de mis pies
Cadáver o pluma
aún no alcanzo a reconocer cuál es el oficio que me soplan
y se acumulan y se acumulan
en lo que queda de mis manos

Es raro verme en el espejo
notar como estas obreras han hecho de mi espinazo su hormiguero
ya no veo ni mis lunares en los ojos grises
son inquietas y calladas
a veces se detienen cuando escuchan el rumor
El Austro viene y se lanzan
no sé si es vuelo o suicidio
aún no alcanzo a reconocer cuál es el oficio que me soplan

En el ombligo construyeron una especie de pirámide
que me hace recordar y recordar
el viejo y querido hormigueo del vientre
Son inquietas y calladas

Un día desperté en medio del sueño
las vi jugando a ser polillas
se las ingeniaron para hacer de mis cabellos alas
se lanzaban hacia la luz gritando con fuerza y desesperación la risa
no sé si es vuelo o suicidio
sólo resplandores de un fuego muy oscuro

Ahora, con lo que queda de mi huesa
te ofrezco esta pequeña fábula
este imperio necesita expandirse
y en tu corazón gris se ha fundado una colonia
cierra el beso, atrapa la luciérnaga, y verás que
una fila de hormigas asciende ferozmente por tu hombro izquierdo

Cronos por Ismael Araya Díaz


A Flor

…encerrados en alguna estación del subsuelo

Él
Las paredes están frías
Como los muertos
Te has puesto a pensar que ellos al igual que nosotros están atrapados bajo el mundo

Ella:
¿Atrapados o liberados?

Él:
No lo sé

Ella:
¿Será cuestión de fe?

Él:
Da lo mismo,
no dejo de pensar en este encuentro como una flecha lanzada por la Suerte
nosotros acá, solos, olvidando las vidas de mierda que tenemos allá arriba,
acá, muertos, en una gran tumba,
liberados o atrapados, no lo sé,
lo cierto es, que con un abrazo liberados o atrapados da lo mismo

Ella:
Es verdad, pero si quieres hay opciones, siempre las hay, una sería caminar por el túnel hasta llegar a algún sitio donde debe haber algún centinela que nos pueda ayudar.

Él:
Seguir el túnel hasta llegar al paraíso, (ríe)… ver la “Luz”.
Es un viaje que no haría más que contigo.
(Ella calla, silencio incómodo).
…Y si el viaje es a través de círculos como en una comedia.

Ella:
Te imaginas que la Tierra tuviera anillos como Saturno, pero por dentro, incrustados bajo su piel

Él:
Quizás este es uno

Ella:
Quizás…
Sintamos que es así y olvida el mundo hasta el día.
La noche es buen refugio para las almas aturdidas.
Ven, burlemos al tiempo en un abrazo,
sintamos la ingobernabilidad del cuerpo,
deslicémonos por los anillos de Saturno como los niños con sus patinetas saltan las veredas.
Conversemos y riamos las grandes caricias de la vida,
seamos uno, dos, o los que queramos,
levantemos el pecho y el puño, pero “sin perder la ternura jamás”.


Las miradas en ese instante se fijaron como dos focos frente a frente, en la oscuridad del túnel brillaron los reflejos danzantes de los colores eternos del firmamento, confluían en ellos constelaciones y galaxias, la luna, supernovas acaloradas, explosiones de risas, cantos e ilusiones suspendidas en la atmosfera, pero, eso no era real, escaparon por un instante de Cronos el glotón.
y cayeron y callaron.
Él, en el encandilamiento más oscuro cayó a las líneas y fue arrastrado por primer tren de la mañana.
Ella, calló en el silencio más terrible del medio día. En el zumbido. En el abismo.

La Cantante Alma por Ismael Araya Díaz



El testimonio de una hormiga puede ser constante y terrible a la vez, el gran canto hacia los ancestros, maestros de un tiempo eterno sobre la faz, el subsuelo y lo de arriba.
Decidì salir sin mùsica ni libro, con eso asegurè que el orden de las cosas favoreciera mi estìmulo de acciòn. Caminè con los 700 que tenìa, y un poco màs que saquè del cajòn del velador para una sopaipa. 900. Alcanza pa' la Bip.
En el paradero subì al tiro, no tenìa plata en la tarjeta y era cuestiòn de rutina pasarla, fingir con tal que te lleven al metro.
Dos paraderos y aparece. En Santa Rosa sube la rosa con un Cuatro. La vi una vez que venìamos del Unimarc con la Edith, ese dìa tocò la Zampoña y tenìa unas semillas en los talones que golpeaba contra el suelo falso de las micros retumbando como los càntaros rotos de tanta gotera, mas sus ojos, celestes. No es que crea en la convenciòn de la belleza caucàsica ni mucho menos, pero a esos ojos sòlo le hacian falta nubes para hacer mundos, agradecidos. Cuánto daría por ver sus lágrimas, no por crueldad, es que esa imagen debe ser como la lluvia en la cara de un llanto sureño, el volcamiento de un barco tras el paso de la ballena blanca, o el mismo llanto de la ballena blanca sorprendida en el puerto... Mi madre interrumpiò su soplido para darle una moneda. Yo miraba atònito y por primera vez no quise bajar de una micro llena, querìa quedarme ahì, ver su esencia de mùsico del alma.
¿Y subir con un Cuatro esta vez?
...es algo de lo que un verdadero hombre no puede escapar, incluso, cambiè mi asiento para mirarla en pleno. Primero se trapicò con la Zampoña y luego dos cuequitas de esas que tanto nos gustan a los caminantes y viajeros, su mirada pasò un par de veces por mi sombra, disfrutaba del encanto.
Pasò con el sombrero y llegò a mi bolsillo, saquè hojas enlutadas, siempre quiso recibirlas y yo siempre quise ver sus ojos dicièndolo. Los espejos se enfrentaron en un simple diàlogo que sòlo ellos entendieron, la gente de su lado nunca supo la complejidad del còmplice rutinario, mas nunca fue rutina ni del uno, ni de otra. Sòlo eso.
Se fue hasta el fondo y le cantò a los viejos. La contemplè de lejos como si fuese una pequeña fotografìa en medio de los colores transantiago, gocè todo el taco, el canto en la mano, las hojas empuñadas en la sien. El canto del nadie que ya es mi canto, y el canto de todos que no es mi canto.