Cuento del No Río por Ismael Araya Díaz



En el sin ruido de mis manos mutiladas
me ato en la guitarra desgarrada de la aurora
Canto de un guijarro renacido,
recogido grillo de arrebol,
tradición minúscula de antaño

Un río alguna vez nació en el mar y murió en pequeña beta
“de señora muy blanca”,
retrocedió en su oscuridad de ciego sin memoria,
se bañó mil veces en su propio cauce
pues jamás cambió
―fue Cronos su peor alimento
pero no fue otro―

Aún no cicatrizaba la sangre de sus manos caídas en el agua
cuando evaporóse todo
Una nube ocultaba las seis cuerdas
y los ecos de formas videntes mutilaban en espejos,
la boca ensangrentada en su alimento se ocultó
sin embargo fue una lágrima
y cadena
Atado de pies comió sus labios

Ruiseñor hay un techo sobre tus alas
si no cierras los ojos ¿a qué volar?
Del manto gris chorreó un hilo rojo
el sueño escojo sobre la mirada

La princesa rana se comió al guijarro,
el grillo abrió su pecho y acabó tumbado entre espinas
Colorín coronado
en la historia hay más clavados

1 comentario:

  1. Anónimo9/3/10 22:00

    La necesidad de silencio brota sonido
    con nombre canción, mensaje o blog.

    Como se llame no importa;
    es faena que alimenta la tormenta.

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